Villa dels Munts Altafulla
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Agradecimientos
Estimado lector, antes de proceder a mostraros y explicaros los espectaculares restos romanos de la Villa romana dels Munts, permitidme que agradezca especialmente al arquitecto, Sr. Salvador Codina, las infografías contenidas en este artículo que se corresponden a una primera reconstrucción del conjunto arquitectónico sujetas a modificaciones tras las investigaciones realizadas a posteriori.
Estas muestran sin duda las dimensiones del complejo y orientan sobre la estructura global y la apariencia de las diferentes estancias. Ha sido un honor contactar con él para que amablemente me cediera su contenido gráfico y es un placer poder mostrároslas. Al final del artículo hallaréis un video explicativo del Sr. Codina que os ampliará información ilustrativa. También agradecer al Sr. Josep Antoni Remolà del MNAT su ayuda y colaboración, creedme que da gusto poder contactar con profesionales de este nivel que muestran su gran pasión por la cultura clásica y su interés en divulgarla.
Las fotografías contenidas en el artículo son propiedad de Joaquin Bartra y propias, realizadas durante la visita en Septiembre del 2020.
Introducción
Ya sabéis que para mí, Tarragona, es mi segunda casa. Llevo años disfrutando de su clima cálido, de unas playas preciosas y de un patrimonio que no te lo acabas. Para los que somos amantes de lo romano, Tarraco es un espectáculo para los sentidos y constata que es la ciudad hispana del Mediterráneo con más patrimonio conservado. Murallas, diversos foros, el acueducto, el circo, en anfiteatro y recreaciones que ensalzan su cultura romana anualmente a través de su celebración "Tarraco Viva" son testigo de ese orgullo por sus orígenes, no es para menos, y lo potencian francamente bien.
En varias ocasiones os he mencionado que aparte de los restos propiamente de la urbs, existen pequeñas joyas romanas esparcidas por las poblaciones y explotaciones agrícolas que lo circunvalan y que no desmerecen en nada a Tarraco, de hecho le añade un plus de relevancia y ahí es donde aparece uno de los yacimientos más importantes en cuanto a villas señoriales se refiere, la Villa romana dels Munts.
Localización y datación
A doce quilómetros de distancia de la ciudad de Tarragona, hay un precioso pueblo de playa llamado Altafulla, si vais en coche directamente coges la N-340, la antigua Vía Augusta, y pasas por los restos romanos más importantes, Torre de los Escipiones, Arc de Berà y la población donde está esta preciosa villa cercana a la costa. Es un recorrido prácticamente en línea recta que te lleva un día de disfrute.
Altafulla tiene una pendiente ascendente desde el mar lo que le garantiza unas vistas espectaculares, es por ello que no es de extrañar que los grandes señores del comercio o la élite hispanorromana, decidieran construirse un palacete con vistas.
D.Lluís Pons d'Icart, jurista y amante de la cultura romana del s.XVI, ya hace referencia a estos restos en el Libro de las grandezas y cosas memorables de Tarragona. A D.Lluís Pons le debemos el estudio de parte de la epigrafía romana de Tarragona y la difusión y divulgación de sus orígenes. Pero no fue hasta el s.XX cuando se empiezan a hacer prospecciones arqueológicas en la zona dando resultados asombrosos.
Como acostumbra a pasar en esta clase de grandes propiedades, las dataciones varían considerablemente. Tenemos estratos que nos hablan de construcciones del s.I pero realmente el esplendor del conjunto se inicia con la adquisición de la propiedad por parte de Caius Valerius Avitus y su esposa Faustina en el s.II. Valerius había ocupado cargos de poder en Augustóbriga pero durante el reinado de Antonino Pío fue destinado a Tarraco y nombrado duunviri, es decir un cargo público compartido con otro magistrado y que sería algo equivalente al cargo de cónsul romano pero en las provincias. La villa ya sería originariamente imponente pero las ampliaciones y rehabilitaciones del matrimonio llevaron a la villa a otro nivel, una ostentación del cargo que ocupaba y una muestra pública de la relevancia de su posición. Sabemos que fue así por los restos de una fuente ornamental en la que se muestran ambos nombres como rehabilitadores del complejo.
La villa estuvo en uso hasta el s.VII y en ella puede verse los estragos de un incendio y las reestructuraciones posteriores, aun así su abandono posterior y el uso de sus materiales expoliados a lo largo del tiempo dejó a la villa en el estado de conservación que puede disfrutarse hoy en día.
A los restos estructurales actuales hay que añadirles los elementos decorativos que se hallaron en las excavaciones, contemplables en digitalización 3D en el enlace que os referencio:
La exposición museística ubicada en el mismo yacimiento muestra el hallazgo de la efigie de Antínoo, el amante del emperador Adriano. Este hecho en particular establece la posibilidad de que durante la visita del emperador a Tarraco de la que se tiene constancia entre el año 122 o 123, se alojara en la villa de Valerius. Teniendo en cuenta la ubicación, magnitud y lujo del recinto así como su cargo de responsabilidad permite relacionar ambas cosas y a pesar de que se trata de una conjetura no constatada por ninguna fuente clásica, no está carente de cierto fundamento.
Ya sabemos dónde se ubica y de quién fue, ahora veamos en todo su esplendor cómo son sus restos. Que empiece el disfrute...
Los restos
El complejo es una estructura prácticamente en "L" pero lo dividiré en varias secciones para que sea más fácil de explicar y de imaginar.
Peristilo edificio principal
A pesar de que la zona más llamativa del complejo sea por sus frescos y mosaicos el criptopórtico, en realidad la entrada noble se hallaba principalmente en la parte más alta y occidental. El camino que llevaba al recinto principal debía ser imponente para cualquier visita dando directamente acceso a un espacio monumental decorado con un peristilo enorme, en la imagen aérea podéis haceros una idea por comparativa pero la infografía os permitirá visualizarlo con mayor nitidez.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Como ya sabréis el peristilo era un espacio fresco que se abría a diferentes estancias ubicadas perimetralmente, diferentes pasillos y puertas daban acceso a habitáculos de los dómines bien de uso personal, de recepción de invitados o clientes o simplemente de almacenaje. Debéis pensar que no era de una sola planta sino dos por lo que habían escaleras para el piso superior.
Tomando como referencia la pátina de pintura mural del criptopótico podemos imaginar que las habitaciones o cubículos, fuera un tablinum o una despensa estaban decorados en el suelo por mosaicos muy elaborados y sus paredes pintadas con frescos de figuras geométricas o elementos coloridos y naturales.
Zona termal y atrio
La zona termal es una de las más importantes por el estado de conservación de todos sus elementos principales. Es uno de los lugares más didácticos si se quiere saber cómo eran y su estructura general.
Una villa romana aristocrática debía disponer de al menos unas termas privadas, se tiene conocimiento de que al menos en el caso de la dels Munts se tenían mínimo dos, unas más pequeñas tocando a la costa de Altafulla y estas que os voy a explicar a continuación dentro del recinto y situadas en la parte más baja del complejo. El acceso se tenía desde el edificio principal a través del ambulatio, ese pasillo largo que véis actualmente con suelo de láminas de madera y del que luego os hablaré.
El atrio daba acceso a un pasillo por el que se accedía al horno donde se trabajaba en la zona de agua calientes o "caldarium", así como a un apodypterium o sala para cambiarse previo al circuito de piscinas y a la sauna.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Las zona de aguas se componía de varias piscinas frías, templadas o calientes, una de ellas, las más espectacular corresponde a una estructura semicircular con hornacinas que contenía estatuas de mármol y que se correspondería con el área de zona fría.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Junto a la piscina que contiene las estatuas se accede a otra que contiene una escalera lateral, esta es de grandes dimensiones y más profunda, también de agua fría.
Paralela a la piscina más profunda se hallan las letrinas, es decir los urinarios compartidos romanos, reformados hace un tiempo para una mejor visualización y en el que se aprecia la estructura en U típica.
Estos urinarios acostumbraban a tener una canalización frente a ellos para colocar las esponjas que servían para asearse tras su uso.
Si queréis saber más sobre el funcionamiento y uso de las letrinas romanas clicad sobre el siguiente enlace:
Letrinas
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Junto a las letrinas se accedería a las zonas más calefactadas, por un lado un tepidarium o piscina de temperatura intermedia y más cercana al horno y con la típica estructura bajo suelo de columnas de ladrillo, el caldarium. Estas piscinas o salas calientes eran termoreguladas por los esclavos que iban quemando madera, el aire caliente entraba por los orificios y al estar el suelo hueco se mantenía en los bajos haciendo que la estancia o el agua alcanzara grandes temperaturas.
En la siguiente imagen son apreciables las estructuras y las canalizaciones huecas del aire.
Es importante que se tenga en cuenta la cantidad de agua necesaria para subministrar a las termas diariamente, ese es el motivo por el que se hallan numerosas canalizaciones que recorren todo el complejo y que parten de los depósitos y cisternas que se hallan en la zona más alta y más oculta, de esta forma se aprovechaba la pendiente del terreno.
Viridarium- Gran Jardín
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Las infografías muestran una idealización muy aproximada de los jardines de la villa y es francamente difícil no quedarse maravillado de esa ostentación pero sobre todo de esa pasión por la estética romana en cuanto a paisajismo exterior. Se conservan los enormes estanques y las estructuras perimetrales, acaparando gran parte del conjunto y siendo la zona residencial y la de termas una estructura en L que rodea la zona central. Fuentes, árboles frutales, huertos, jardines y estanques con peces se vislumbraban de lado a lado en perfecta simetría únicamente separados por el camino central que llevaba a la entrada principal.
Los jardines podían contemplarse desde todas las alas de la villa, un mirador en el criptopórtico y los accesos abiertos del ambulatio permitían contemplar la extensión y desde el primero era apreciable también la costa de la actual Altafulla.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Pórtico
Este alargado pórtico une dos zonas diferenciales, la zona principal de vivienda de los dómines y la zona termal. Ese pasillo recto de algo más de 2 metros de ancho tenía columnas a ambos lados y permitía observar los jardines a ambos lados.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Es un pasadizo porticado, a pesar de que en la actualidad se ha perdido el techo previsiblemente estaría confeccionado con tejas rojizas tal y como se aprecia en las infografías.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
A pesar de que se ha perdido gran parte del murete bajo aun son apreciables sobre todo en las zonas más cercanas a las termas, tramos que preservan la pintura mural original. Se adivinan capas en blanco con figuras geométricas como rombos, o tramos de pátina en ocres y rojos.
Criptopórtico
Sin lugar a dudas esta es una de las zonas más importantes del yacimiento. A su magnífico estado de conservación se le une un conjunto de frescos de gran calidad y de coloridos dibujos. Además se han preservado los mosaicos interiores que muestran figuras romboides de colores rojizos, verdes azulados y ocres así como cenefas entrelazadas.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
El criptopórtico tenía un mirador exterior, y aunque la pared se ha perdido casi en su totalidad la infografía superior muestra una recreación ajustada de como fue.
La zona interior tenía un amplio zócalo pintado con casetones y franjas rojizas mientras que en la parte superior los mismos tonos y lineas rectas delimitaban los espacios y las entradas a los diferentes habitáculos.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
A pesar de que no se puede acceder a los interiores, sí que es posible vislumbrar los detalles que conforman las pinturas murales de las estancias desde el exterior, es el caso de la siguiente imagen donde una hilera blanquecina está decorada con una cenefa natural de flores y hojas.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Triclinio
Saliendo del criptopórtico hallamos la zona correspondiente al triclinio, que disponía de tres salas, actualmente están recubiertos de una lona que reproduce el mosaico original. En él se pueden observar diferentes motivos geométricos y de color. La gama cromática en la que predominan los rojos, negros, amarillos y blancos aportan elegancia a la estancia que servía como comedor de los dómines. Lamentablemente no disponemos de información sobre las pinturas murales, pero la infografía inferior idealiza su aspecto para completarlo.
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Mitreo
Junto a los triclinios se halló una de las estancias más representativas del culto religioso romano más extendido, el Mitreo.
Estas estancias oscuras y estancas estaban reservadas al culto místico de Mitra, una deidad de Oriente que los romanos asimilaron como propia y que se expandió por el Imperio. Las villas aristocráticas acostumbraban a reservar un espacio para este Dios teniendo todas ellas elementos comunes, como que estaban aisladas del exterior y que debían evocar una gruta o cueva, lugar donde habitó Mitra. Además disponían de una especie de altar y una pintura mural o mosaico de la personificación de la deidad con el gorro frigio y el toro.
En este caso, el Mitreo disponía de una pronaos de preparación a los iniciados que precedía a la zona de culto. Seguramente habrían asientos laterales y estarían repletos de vasijas y platos sagrados con los que se realizaban los actos, libación de vino e ingesta de pan.
Si quieres saber más sobre el culto a Mitra, clica el siguiente enlace Culto a Mitra
Infografía: Arquitecto Sr. Salvador Codina
Almacenamiento y distribución de agua
Coincidiréis conmigo que un complejo residencial de tal magnitud y lujo debía ser aparte de costoso, complejo de mantener. Entre otras cosas porque tal cantidad de terreno ajardinado y agrícola, ya que también disponía de hectáreas de terreno cultivable, sumado a las instalaciones termales requerían de un suministro acuífero constante y generoso. La villa actualmente tiene al descubierto las canalizaciones que otrora estaban ocultas bajo tierra y este hecho nos permite visualizar el entramado que venía de la zona más alta del yacimiento.
Para lograr el recurso más preciado se construyeron cisternas de agua que se llenaban por su cercanía con el rio Gaià y por la recolección de aguas pluviales y a través de un efectivo sistema de canalización se reconducían aprovechando la pendiente a todas las estancias que lo requerían. Habían tramos con bifurcaciones que permitían distribuir el curso del agua a zonas más apartadas.
Estas enormes cisternas filtraban el agua y permitían que toda la villa quedara abastecida, esta estructura de reserva parece que fue iniciada por la familia Valerius Avitus para dar respuesta a unas necesidades cada vez mayores debidas a las ampliaciones de la construcción original.
Zona Museística
Para acceder al yacimiento es necesario pasar previamente por la zona que ocupa el museo, bien organizado con maquetas explicativas, también dispone de una pequeña colección de piezas como el mural de la fuente de Avitus, una colección de pequeños mosaicos, restos de una columna de estilo corintio con hojas de acanto y el busto de mármol de Antínoo, el amante del emperador Adriano.
Es un placer entrar y que te faciliten información útil además de la posibilidad de hacer visitas guiadas con profesionales que te explican cada tramo. Amabilidad y pedagogía es lo que transmiten y una pasión compartida por un patrimonio del que se sienten orgullosos.
Enlaces de interés
Conclusión
La excepcionalidad del yacimiento nos da una idea aproximada de la relevancia de Tarraco en el auge del imperio. Tarraco fue residencia de Augusto durante dos años y visita obligada de los que le sucedieron. Morada de personajes relevantes y centro de la Tarraconensis que se expandía hasta Galicia. Si tenéis la oportunidad de visitar Tarragona no os olvidéis de reservaros un tiempo para la Villa dels Munts y el resto de yacimientos que la acompañan, os aseguro que no os defraudarán, bien al contrario os invadirá la sensación de que os halláis en un emplazamiento que evoca lo mejor de Roma fuera de ella, no en vano es Patrimonio de la Humanidad y no podía ser menos.
Mireia Gallego
Enero 2021
Introducción