Utensilios de aseo personal
Introducción
En algún que otro artículo ya he hablado sobre como se acicalaban o aseaban los romanos, pero este apartado está más dedicado a las herramientas que se han ido localizando en los yacimientos y que nos dan una idea aproximada de hasta qué punto estaban avanzados en cuestiones no solamente de ámbito urbano sino en aspectos domésticos.
Los romanos eran eminentemente prácticos en todo, es decir, si lo copiaban lo mejoraban y si lo ideaban lo innovaban, porque muy por encima de la estética, buscaban el uso final de aquéllo que creaban y que otorgaba un nivel de excelencia por encima de sus iguales o a la altura de civilizaciones precedentes. Si encontramos utensilios innovadores en las tropas romanas no es por ese afán de destacar, sino porque su uso está condicionado a una mejora de las prestaciones, bien sea por peso o por practicidad, de esta forma se han localizado las precursoras de las navajas suizas para uso militar o comercial o instrumentación quirúrgica muy avanzada para mejorar las curas a heridos o enfermos.
Sí, amigo lector, creemos haber ideado importantes herramientas pero lo cierto es que muchas ya existieron en su momento. Comprobemos si nuestras herramientas de aseo son tan diferentes :)
El aseo personal
Vamos a ser claros, la pasta de dientes no existía y por tanto los romanos se lavaban los dientes con agua y es posible que usaran otros productos básicos como vinagre o sal, en algún momento se ha insinuado que se aseaban con orina ya que esta es un antibacteriano potente, blanqueador y poseedor de grandes cantidades de urea, posada la orina un tiempo genera amoníaco en grandes cantidades razón por la cual servía para eliminar las infecciones bucales o las llagas y aunque cabe pensar que para ciertas afecciones pudieran usarse en pequeñas cantidades no hay constatación que lo hicieran habitualmente. Aunque pudiera pensarse que los romanos poseían una dentadura horrible lo cierto es que los cuerpos hallados en Pompeya demuestran que muy al contrario tanto el número de piezas como el estado de su dentadura era de lo más correcta. Los romanos utilizaban una herramienta llamada Dentiscalpium, que puede verse en la primera imagen decorada con flamencos, que servía para limpiar los orificios interdentales de restos de comida, os recuerda a algo?
En cuanto al baño en sí, a no ser que fueras rico, tenias que visitar los baños públicos así que un romano se lavaba diariamente las partes visibles con paños humedos pero también utilizaba una herramienta llamada Strigili, ésta con forma de pequeña hoz permitía retirar la mugre y el sudor y si estaba afilada depilar las zonas que se necesitara. Este utensilio en un mayor tamaño fue usado por los atletas griegos para retirar el sudor de sus cuerpos acompañado de unas espátulas con las que esparcían aceites aromáticos.
Al igual que nosotros los romanos disponían de pinzas para la depilación (Volsella) , espátulas para unguentos o maquillaje, limas o limpiadores de oídos (Auriscalpium), y lo mejor de ello es que llegaron a crear la versión portátil unidas por una argolla e introducidos en un pequeño cilindro que podían usar en los desplazamientos o mantenerlos guardados sin riesgo a perderse.
Conclusión
Quizás pensemos que somos los contemporáneos los grandes artífices del ideario de utensilios para el aseo pero no dejamos de perfeccionar herramientas que ya poseíamos hace siglos de la misma forma que lo hemos hecho en el campo de la medicina, es por ello necesario remarcar que el conocimiento de estos artilugios permite poner de manifiesto el carácter práctico e innovador de una sociedad avanzada como lo fue la romana.
Mireia Gallego
Diciembre 2016