Domus Aurea
Introducción
No cabe duda que el ser coronado con el título de emperador propiciaba una serie de privilegios exclusivos que llevados al extremo podían convertir al gobernante de turno en el mayor excéntrico de la historia. Ser el amo de Roma significaba ser el amo del mundo, y por tanto algunos emperadores sucumbieron a la llamada del lujo y la paranoia, entrando en una espiral de idolatría a su propia persona y obligando a los demás a soportar conductas más propias de un capricho obsesivo y continuo que del buen gobierno.
No obstante, estos impulsos que rozaban la locura, a veces no han permitido ver que tras estos personajes más que personas, existían buenos gobernantes aunque fuera de forma temporal durante un determinado periodo de su imperio, asi pues el mito que les ha acompañado, en cierta forma ha hecho opaca, una gestión en ocasiones acertada siendo vilipendiados y maltratados por parte de los cronistas o de los historiadores posteriores.
El imperio de Nerón
La figura de Nerón se compone de 3 estadios temporales, en el primero un joven Nerón es formado para el gobierno a través de los mejores pensadores de su época, entre ellos Séneca, durante este periodo se gesta en él el gusto por las artes, teatro, música, etc...aspecto que influenciará de forma decisiva en su futuro como emperador.
El segundo se corresponde con el primer periodo de su imperio, en el que gobernará de forma efectiva durante los 5 primeros años, tomando medidas populares con la intención de formentar el crecimiento económico, la conquista de los partos y manteniendo una relación estrecha con el senado. No obstante, la ferrea educación de su madre Agripina y la intervención de ésta en los asuntos públicos, conducirán a Neron a un estado de manipulación psicológica, que derivará en el asesinato de su propia progenitora. Este gesto, visto como un atentado a la moral y a la virtud, desencadenará el Nerón autoritario, egocéntrico y tirano del que hablan las crónicas.
Nerón empieza a perder las simpatías del senado y de la plebe, ahuyentando a los asesores y colaboradores más cercanos que ahora ven como sin la figura de Agripina, aparece ante ellos como un polvorín desenfrenado. El joven emperador de escasos 25 años, ya libre, podía dar rienda suelta a su megalomanía, ofreciendo espectáculos, tragedias, y conciertos pero olvidando los asuntos de estado. Popea, su asesora personal, se convierte en su amante y confidente desencadenando así el segundo asesinato ordenado por Nerón, el de su mujer Octavia.
Con un imperio sumido en el desconcierto y las revueltas, decide viajar a Grecia, allí Nerón pasa el tiempo entre arte, literatura y espectáculos teatrales, haciendo caso omiso a un desmoronamiento del ordenamiento público.
El tercer estadio al que hago referencia, sería el periodo que comprende su vuelta de Grecia y su obsesión por convertir a Roma en la nueva Atenas. Para ello, y tras años de un crecimiento urbanístico caótico en Roma, gesta el incendio del año 64 en el que arden 10 de los 14 barrios de Roma, dejando a miles de personas en la calle, malviviendo en el área del campo de Marte. Atribuir la catástrofe al sectarismo de los cristianos, fue efectivo durante un tiempo, pero la construcción de la domus aurea, desencadena los odios de una población sumida en la miseria y en la incertidumbre.
La domus aurea
El egocentrismo de Nerón, llega a tal extremo que no entiende el por qué del malestar de los ciudadanos, lo que él ve como una oportunidad de cambio, los romanos lo ven como un acto de vandalismo gubernamental, de poco servirá el aprisionamiento y asesinato público de los sectores cristianos, Nerón ya está solo, acompañado únicamente de una corte de personal y de patricios obligados a soportar excentricidades cada vez más insufribles.
Es en este momento cuando Nerón ordena la construcción de la Domus aurea. Para el emperador los palacios del Palatino eran impropios de su rango, quedando muy por detrás de los complejos reales de las ciudades egipcias o persas, por ello al inagurar su obra pronunciará las palabras recogidas por Suetonio: "Ahora por fin puedo empezar a vivir como un ser humano!"
Para hacernos una idea aproximada, he decidido poner la imagen aerea y marcar la zona que ocupaba el palacio, es decir 50 hectareas.
La extensión es un aspecto diferencial pero la opulencia en la decoración es mayor en cuanto que fue revestida de los mejores mármoles, cubiertas algunas estancias con oro y piedras preciosas, e incorporando sistemas mecanizados que permitían la rotación de una estancia completa.
El lujo estaba presente en el más mínimo detalle y las excentricidades se contaban por decenas, aperturas que permitían la caída de pétalos de flores, lagos navegables...y el más conocido, la construcción de una escultura en la entrada del complejo, del propio Nerón representado como dios Helio, conocida por sus dimensiones como "el Coloso". De ahí que en los años posteriores, cuando fue retirada su efigie para la construcción del Anfiteatro Flavio, pasara a designarse como el Coliseo.
Centenares de estancias, decenas de jardines, etc... completaron un complejo extravagante que logró aunar los odios de la población romana.
De alguna forma, Nerón quiso que Roma gozara del estatus que merecía, pero el pueblo romano no podía llegar a comprender la lenta agonía a la que estaba sometida por los caprichos imperiales, el dinero se fue acabando y las arcas no se recuperaban, solo y sin los apoyos de las legiones ni del senado decide suicidarse en Junio del año 68, dejando huérfano de herederos directos a la maltrecha Roma.
A pesar de que existió un vacío de poder de más de un año, un general romano, sin apellido ilustre pero con un gran sentido de estado llegó a lo más alto del gobierno imperial, se iniciaba la dinastía Flavia con la proclamación de Vespasiano como emperador de Roma.
La desaparición de la domus aurea
Rudo pero cercano y profundamente austero, Vespasiano enmendó los errores cometidos por Nerón, recaudando los impuestos no cobrados de Grecia, ya que Nerón les había ofrecido la libertad. Una magnífica gestión económica y la contención del gasto público permitió que las arcas estatales volvieran a los niveles que garantizaban el mantenimiento de la urbe, asimismo disolvió algunas de las legiones apostadas en Germania y estableció un orden castrense a los militares para evitar sublevaciones contra el poder público.
No obstante una de las decisiones más aplaudidas por la población fue el derribo y soterramiento de la domus aurea que simbolizaba el fin de una época oscura y tiránica. Tras ese gesto, Vespasiano en el año 70 ordena la construcción del Coliseo, para disfrute de todo el pueblo romano, en el lugar que había ocupado hasta el momento la estatua de Nerón.
Esta decisión drástica fue el golpe de efecto que permitió el acercamiento entre el pueblo de Roma y su dirigente, mostrando un interés manifiesto en la inversión pública en detrimento de ostentaciones personales.
Aunque Vespasiano jamás lo supo, su decisión permitió que la domus aurea se mantuviera bajo tierra en las mejores condiciones posibles, la construcción de las termas de Trajano mantuvieron lejos la humedad en algunas partes del complejo.
Accidentalmente, la caída de un ciudadano romano en el s.XV sobre una de las bóvedas permitió desenterrar parte de las estancias que habían formado parte de la domus aurea, descubriendo en ellas zonas abovedadas de gran altura finamente decoradas con estucos policromados.
La magnificiencia de la residencia sigue estando presente mientras se recorren sus pasadizos, dejando entrever levemente el aspecto original y las dimensiones de parte de la estructura.
El mantenimiento de los edificios ha sido una tarea que ha sufrido muchos altibajos, tras un primer momento de excavaciones exhaustivas, se cortó el suministro económico haciendo que el complejo se deteriorara debido a la humedad y a la climatología. Es ahora, en estos últimos años cuando la Domus aurea va sorprendiéndonos con nuevos hallazgos, entre los que se encuentran la localización de una estructura con engranajes atribuída al famoso comedor giratorio,aun por confirmar.
Conclusión
A pesar de la tenacidad con la que Vespasiano quiso borrar de la memoria colectiva la imagen de la domus aurea, en su afán de eliminación no hizo sino preservar su legado. Aun así la domus aurea es el ejemplo del poder, de la tiranía, de la belleza y la opulencia. Su descubrimiento fue fuente de inspiración para el arte renacentista, iniciándose de esta forma un nuevo estilo de pintura y decoración mural.
Paradójicamente, Nerón ha visto recompensado su egocentrismo, de alguna forma su megalomanía obtuvo la respuesta asertiva de la población, ahora sí se puede valorar su obra, su genio y su gusto, ahora Nerón debe estar satisfecho.
Julio 2015