Segóbriga (Cuenca)
Introducción
Uno de los mejores ejercicios que debe hacerse cuando se examina una ciudad romana, es ubicarla en el mapa, entendiendo que forma parte de un entorno particular que de alguna manera favorecía intereses comerciales o estratégicos.
Habitada por celtíberos antes que por los romanos, poco se conoce de esta época. La escasez de restos y de fuentes clásicas, que únicamente da ciertas pinceladas sobre su ubicación, deja a la imaginación del lector lo que pudo ser antes de su romanización.
Su nombre, Segóbriga, utiliza dos raíces de origen celtibérico que traducidas vendría a ser como "ciudad victoriosa". El nombre se perpetuó a lo largo de los siglos hasta que el lento abandono de la ciudad, la hizo caer en el olvido.
Por error, antes del hallazgo de los restos, se creyó que Segóbriga estaba ubicada en la actual Segovia, siendo descartada esta opción posteriormente y ofreciendo a esta zona de Cuenca la importancia que merece.
Ubicación
Al igual que Numancia, la ciudad está situada sobre un cerro a 850 m de altura y ubicada en la ciudad de Saelices, en Cuenca. El suministro de agua quedaba abastecido por el río Cigüela que serpentea cerca del cerro y que convertía las tierras en aptas y prósperas para el cultivo. Pero quizás su riqueza más evidente era la cercanía de las minas que proporcionaban la lapis especularis, o yeso translúcido que se exportaba para la fabricación de los cristales con los que se cubrían las ventanas de las clases menos adineradas. Por tanto, cuando Roma venció las sublevaciones hispanas, centradas en la figura de Sertorio, encontraron en Segóbriga dos claves fundamentales que aseguraron su desarrollo, por un lado sus recursos naturales y por otro su cercanía a provincias o municipios como Cesaraugusta, Complutum, Segovia, o Carthago Nova.
Durante el s.II a.C Segóbriga era una oppidum romana, es decir debía pagar tributos a Roma como ciudad conquistada, y por tanto se les había dotado de las mejoras estructurales y urbanísticas propias de la romanización. Con Augusto pasó de oppidum a municipium por lo que su administración pasó a manos de ciudadanos romanos que impulsaron un gran crecimiento económico y por ende, urbanístico. Durante 6 décadas, Segóbriga fue dotada de grandes construcciones como el teatro, el circo o las termas alcanzando su máximo esplendor durante la dinastía Flavia.
Posteriormente, Segóbriga centró su actvidad en la agricultura perdiendo progresivamente su relevancia estratégica. Las incursiones musulmanas acabaron por cerrar un ciclo pero dejando bajo sus pies un magnífico legado.
Los restos
Segóbriga posee las principales características de la urbs romana, un decumano y un cardo (vías principales) de los cuales partía el sistema urbanístico.
La información que se extrae del yacimiento es su relevancia económica, no fue un municipio más sino una importante vía de comercialización y distribución hacia otras provincia hispanas, los magníficos restos de su teatro con capacidad para 2500 espectadores ofrece una visión panorámica de la demografía en cuestión de número de población y en características de índole social.
El teatro de Segóbriga conserva en un estado magnífico la gradería de espectadores, debido en parte a que están excavadas directamente en la roca del cerro y por lo tanto aprovechando el desnivel de la ladera. La cavea está dividida en tres zonas ascendentes, las más relevantes eran las situadas cerca de la scenae y asignadas a los hombres ilustres por méritos ecónomicos, sociales o políticos.
El teatro se sitúa adosado prácticamente a las murallas de la ciudad pero fuera de ellas, aunque disponía de puertas de acceso al interior de la ciudad para mayor comodidad de los espectadores.
Del fondo escénico no se conserva prácticamente ningún elemento a excepción de restos de las columnas acanaladas como las que se ven en detalle en la primera imagen.
Las termas de Segóbriga estaban precedidas por una palestra porticada donde podían realizarse ejercicios de diferente índole, tras ella se daba paso a la zona de vestuarios adornada con una piscina central. Posteriormente, se inciaría la zona de baños dónde se ubicarían las 3 salas a diferentes temperaturas.
Construido entre los s.I y II, el anfiteatro tiene una capacidad para más de 5000 espectadores. Su longitud es de 75 m de largo con una arena de 40x34m.
En la imagen se puede apreciar el más que correcto estado de las gradas excavado en la piedra de la ladera aprovechando la orografía del terreno.
El foro principal tiene las estructuras típicas de las urbes romanas, es decir una zona porticada donde se ubica la basílica, la curia y algún templo consagrado al culto imperial o a la tríada capitolina. En el caso de Segóbriga el foro dispone de una estatua central dedicada al culto a Augusto con una inscripción latina de quién financió el proyecto, rodeando la zona estaría la basílica donde tendrían cabida los asuntos administrativos y judiciales, un templete de pequeás dimensiones, diversas salas para diferentes usos, zonas de tabernaes (tiendas), y un templo escalonado del que se desconoce a qué deidad se dedica.
Os recomiendo que visitéis el yacimiento no sólo por la calidad arquitectónica del conjunto sino por la importancia que reside desde el punto de vista geográfico. Poner en el punto de mira estos yacimientos significa potenciar la economía de pequeños pueblos de la geografía española que custodian aunque muchos no lo sepan, auténticas joyas mundiales en construcción romana. Saelices merece una visita o dos. ;)